miércoles, 31 de agosto de 2011

Las cosas no simplemente llegan

Las cosas no simplemente llegan,
digo esto no en alusión a objetos,
como pasan a ser parte de los elementos
que figuran en la estantería de nuestra intimidad,
como pasan a reforzar el inventario de nuestras
conjeturas y recursos para actuar.

Cada sueño alimentado dispone de una voluntad
que un día de pronto se activa,
voluntad que se entiende con el entorno y sus participantes,
trayendo la versión real de lo pensado.

Andar por senderos, memorizar calles y barrios,
respirar parques, disfrutar puentes cuando está todo puesto,
tiempos y personas, y resulta ser tal cual
alguna vez comenzó la curiosidad.

Las recomendaciones no tienen un tope,
la salud, la integridad, la música, la lectura,
el cine, y tantos temas mencionables,
cada uno tiene su delegación.

Por mucho acudí a lo que un historiador define
como la multitud desmultiplicada en la soledad
de una pareja, más guardando respeto a exponentes,
hasta hace muy poco disfruté como ahora
creo que se debe, con el aporte y rectificación
de no ser un género sino una variante
como estandarte de un lugar que tiene la facultad
de materializar mi imaginación.

Errante y proyectando débiles empresas
escuché discursos dentro de los cuales
uno sólo me habló de pasiones, y cuando
con orgullo y cierta arrogancia creí
que portar ese mensaje me abría puertas,
ignoré que quizá se trataba de la convicción desbordante
que delataba a mi semblante y a mis palabras.

En ocasiones camino oscilando entre pensamientos
y verdades que azotan en mi frente;
pensamientos que intentan tejer
trascendentales posturas, y verdades que no se permiten
callar los lamentos de las aceras ni los murmullos
del viento que puntual reporta la felicidad de un universo
y la tragedia de otro, ambos inmiscuidos en lo cotidiano.

Cada vez que me esfuerzo por encontrarle
un sentido a lo que ocurre, el momento, su duración
y lo que interviene, destapo una caja de incógnitas
que van llevando a otras pasadas o a algunas
que pudieron derivarse.

Voy resolviendo el camino
nutriendo una carga que dicta el origen y los destinos;
una vida tan fortuita como expuesta a desalientos,
cruzándome con viejos relatos de otros cielos
y las nubes terminan dibujando
los mejores fragmentos de lo que mi corazón atesora.




gatts


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