jueves, 1 de diciembre de 2011

A la víspera del día

A veces a media madrugada,
tras varios giros, despierto
pensando que quiero estar frente a ti.

Me levanto y ando de un lado a otro,
convencido que debo partir,
a decirte todo, a guardarme nada.

Todas las calles van hacia donde estás,
y es mejor correr hasta allá,
porque tal vez sea más rápido,
porque es más propio de esta ardiente ilusión.

Así, a la víspera del día,
al final no habrá más que decir,
vas a mirarme sonriendo, contenta de que esté ahí;
voy a mirarte sonriendo, contento de saber
que estabas a punto de salir.




gatts

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