sábado, 31 de diciembre de 2011

Noche de mayo

Dejas mis vicios correr,
incluso eres cómplice de algunos;
te ocupas de mis hábitos,
lo veo en tu rostro que imagino pensando
y lo delata tu adictiva mirada.

Deberías poder ver cuando mucho te nombro,
busco socavar mis nervios entre un cigarro y otro;
sé que es una de mis versiones que no compartes
pero al menos le doy a mis manos y mi boca,
algo en que distraerse.

El resto de mi, se encarga de ti,
de acercarte, de soñar tu cintura,
despertar en tu cadera, de entrar por tu pecho,
de viajar por tu espalda, de platicar con tus muslos
y de andar en tus brazos; de tu olor a frutas,
tu sabor a fresca mañana, de tu color de dulzura
que sacude mi calma.

Tierna noche de mayo,
no sé si haya algo pendiente,
tirita tu voz, tiembla tu vientre;
cae el último muro, me cautivas
y empiezo a reconocerte.

En la penumbra me distingues,
en la penumbra se dibuja tu melodía;
en la penumbra te siento expuesta,
y suenas y suenas hasta que llega el día.




gatts

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