Te has muerto madre y ni siquiera he visto por ti.
Te has muerto padre y ni siquiera te he guardado luto.
Mañana igual caminaremos como lo hicimos ayer.
Mañana igual creeremos que nos protegen, sumergidos en la sombra de nuestra cobardía.
Tal vez mañana muera yo y ni siquiera a mí me importe.
Siempre se ha dicho que vivimos en un país en crisis, habiendo tanta costa, tierra óptima para la cosecha y el crecimiento y sustento del ganado; un cúmulo de tradiciones que al mundo entero asombran y tantas cosas por hacer.
A esta tierra no le faltan recursos, por tanto lo que vive en crisis es nuestra sociedad, dirigida por los caminos e intereses de la tiranía y solapados por los inseguros pasos de nuestro andar y la imperante desidia disfrazada en temor, conformismo y la letal indiferencia.
No sugiero armas, que bien se sabe, garantizan la perdición; sólo sugiero esforzarnos por lo que algunos ya han impreso sus ideas, porque prevalezcan los cuadros donde la intensidad de los colores se acentúe en los trayectos de nuestros niños corriendo alertando por su inocencia y no por el terror.
Siempre se ha dicho que vivimos en un país inseguro y que se ha programado en la mente un reflejo a estupidos estereotipos, repulsión ante semblantes que portan centros de ideas, figuras idealistas, embajadores de los valores, personas; respiraciones, latidos y el eterno deseo de edificar el boceto que todos cargamos. Es muy triste porque la inseguridad de la cual siempre estuve informado, la he experimentado en manos de quien en teoría no corresponde; esto no corresponde a nadie. Pero si una imagen demanda respeto, que dé por perdido el mío; siendo que sólo le resta su modalidad actual: infundir el miedo.
Jara hablaba sobre el derecho a vivir en paz; Allende mencionó que se abrirían las alamedas por donde el hombre libre marcharía en pos de una sociedad mejor; Primera sugirió un punto donde la voz escuchada sería la de un continente unido; Guevara sabía que su afán no sería tanto para él y sí para su gente.
Adiós hermano, de tierra, de tradiciones, de cielo, de vida, de sonrisas, de anhelos; adiós porque, aunque de cruel manera, te has alejado del dolor fungiendo como parte del equilibrio entregando lo que en ti estaba para vivir mejor.
gatts