miércoles, 28 de septiembre de 2011

Argumento

Hay tantas cosas que no puedo tildar de malas,
sino que ambos carecemos de algo que nos aleja
y aleja una posible armonía.

Así, bajo ese régimen,
desfilaron un montón de acciones
que bien pude dedicar
el resto de mis días, a ignorar.

Cantos y bailes, letras e imágenes,
absurdos, que uno perfectamente cuestiona,
hasta que un día, sumergida en la despreocupación,
apareces tú, cantando, bailando, apareces.

Entonces canto porque tú cantas,
bailo porque tú bailas,
y escucho y veo porque ya tú,
en escena, lo justificas todo.

Es esa la interpretación de las cosas
que nunca nadie se ocupa de ofrecer;
ahora todo lo miro distinto,
porque ya tengo un argumento.




gatts

Al pie de la Sierra Madre

No es turístico, hay un bar,
es tranquilo, es pequeño,
no tiene comida típica,
no hay alguna ansiada festividad.

Qué lugar tan tedioso,
qué tiempo tan insoportable,
perorata, monólogo necio
de un invidente aferrado a algo que no tiene.

Jamás me atrevería a invitar gente,
quizá porque sé de antemano el rechazo;
y que quién querría nublar su cabeza
con un gris escenario, inerte, inexplicable.

Pero para entender sugerencias,
es necesario sugerir perspectivas;
la pulcritud y amabilidad de este pueblo
no es posible en todos lados.

Llego y la comida me sabe distinta,
comida tan común en nuestro territorio
pero tan propia de nuestra patria primera,
el sabor de comer en casa.

Aire parecido o que quiere ser de costa,
pero no hay costa que envolver,
costa que revelar, sólo tu leve mar verde
que vigila algunos de tus horizontes.

Tu arquitectura es ideal,
no vendrán a hacer catálogos con tu cara,
pero enmarca grandes romances,
el azar de encuentros perfectos.

Tu arquitectura, que es tu cara,
enamora, inspira y se basta a si misma,
ahí andarán cantándole a preciosas miradas
que aquí fueron posibles.

Tu mirada de flambroyanes y jacarandas,
tus pasos que dibujan veredas,
siempre magníficas y que se expresan distinto
porque ya tienen algo que decir,
aún antes de existir.

Tan sublimes pensamientos,
tan trascendentales conjeturas,
con mirarte como me es posible,
el mundo entendería, viviría ávido de ti;
de la música no propuesta,
de la comida no inventada,
de la bebida y los aromas semejantes,
pero tan distintos.




gatts