viernes, 24 de abril de 2015

Lo que oculta el 23

"Un músico que se acompaña de excelentes músicos sólo te dice que es también excelente". Popín Cantú, una tarde de sábado que caminábamos por el puente que conecta la redacción de Editora El Sol con su estacionamiento para ir a fumar.


Las grandes cosas que ocurren cada tanto.
Un 11 de junio de 1997 en la ciudad de Salt Lake en el estado de Utah en Estados Unidos, se jugaba el quinto partido de la Final de la NBA entre los Toros de Chicago y el Jazz de Utah.

La particularidad de este caso es que la estrella del equipo de Chicago llegaba al duelo presentando un cuadro de fiebre de 39° por intoxicación con alimentos. El juego lo ganó Chicago con 38 puntos de su jugador insignia, Michael Jordan.

Con un evidente cuadro gripal, que aunque insistió en mencionar que ya iba de salida (la gripe), se presentó Kevin Johansen en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, Argentina.

Acá no estaban Pippen ni Rodman ni Harper ni Longley ni Kerr ni Parish ni Wennington ni Kukoc para acompañarlo a Jordan, pero estaban Álvarez, Cheba Massolo, Espina, Padín, Said, Reboratti, Massolo y Roizner para acompañarlo a Johansen.

Uno siempre sueña encontrar sus propios cronopios, que las notas revienten por todo el teatro y poder desintegrarnos para reintegrarnos junto a esa lluvia multicolor.
Resultó ser una de esas fiestas que con el tiempo se evocan con inmenso agrado: cumbia, balada, chacarera, funk, aplausos, risas y baile.

Lo que el público no llenamos con presencia, Johansen y The Nada supieron ocuparlo con su desgenerado sonido.

"Hacemos esto porque amamos la música, no porque acerque minas o nos deje plata", dijo Kevin al final de nuestra breve conversación; y es una frase muy delicada porque hay que comprobarla en la pintura.

Michael Jordan demostró con sus 38 puntos y sus 39 de temperatura que ama al basquetbol; Kevin Johansen demostró con su gripe que ama la música.

Lo de Jordan fue un 23 en el jersey; lo de Johansen y The Nada, un 23 en el calendario.


jueves, 23 de abril de 2015

Anda de chiquilla

Acorde al tiempo y la biología, sumados con griegos y chinos, soy tauro y rata.

Me parece que la familia estaba de vacaciones cuando tuve la ocurrencia de aparecer. Como no estaba en el programa, mientras mamá estaba siendo atendida papá salió a buscar ropa para el indeseado nuevo integrante; indeseado porque según sé, y a como entiendo, no entraba en el presupuesto y por lo tanto representaba un problema. ¡Ah, pero ahí andaban de cachorros!

En fin, problema o no, ya se habían chingado porque ya desde la tremenda timba que le boté a mamá era una realidad. Víctima de la tecnología de la época en el lugar, no sabían si sería niño o niña; todos esperaban una niña y por lo tanto papá regresó con ropita para la princesita que acababa de nacer.

Mis padres muy avanzados para la época: un niño con ropa de niña y todo bien.

La enfermera destacó el tamaño de mis manos, aunque papá -alimentando mi ego- jure que la trabajadora se refería a otra cosa que también son dos y uno está más cerca del suelo que el otro.

Así fue como un sábado 28 de abril de 1984, por ahí de las 13:30, me incorporé al show.
Un tipo que simboliza estabilidad, fuerza de voluntad, practicidad, y que gusta del arte y la música; que es también rígido, argumentativo, egocéntrico y terco, según los griegos. Los chinos sugieren una persona disciplinada, meticulosa, cruel, intolerante, egoísta. En suma o campechaneando: un tipo romántico, sensible, sociable, frío y culero.

Acorde a la vida y el destino, sumados con griegos y chinos, soy escorpión (no dorado) y buey.

No sé cuánto tiempo pasó en todo el proceso, pero la historia así fue.
Yo ya caminaba, pero no hablaba. Para ese entonces -supongo- ya se habían encariñado conmigo y por eso no me regalaron.

Me cargaban y me encorvaba porque algo no andaba bien en mis entrañas. Me llevaron al hospital -no al veterinario- y el doctor dijo que tenía -yo- un problema en las anginas; tan parecido al caso del tipo que le hallaron almorranas con sólo verle las muelas y que quiso saber si tendría muelas picadas revisándose el yofo con un espejito. ¡Pinche doctor puñetas! ¡Me hubieran llevado al veterinario!

Como continuó el cuadro, deciden llevarme con el buen Aristeo Ávalos; Tello pa' la raza.
Supongo que es por eso que a la fecha, tratándose de malestares, sigo visitándolo.

En esa ocasión y en otras, demostró ser un campeón. Un día -no hace mucho- fui a visitarlo porque traía -yo- una infección en el brazo por pellejear mucho; el vato me observa, piensa un tiempito y dice: "traes una infección". ¡Una pinche riata bien parada este vato!

Cuando fuimos a que me revisara por el dolor este en el área abdominal, el vato -mucho, pero un chingo más orientado que el envergado del hospital- dijo: "tiene un problema intestinal". ¡A huevo, puto! Si me cargan y me encorvo, tiene sentido que sea una molestia en la cangurera y no un pinche dolor de garganta. ¡No mames!

Producto de su diagnóstico: curanderas, medicamentos y varias chingaderas más; me aplicaron cuanta mamada hallaron intentando sacar la calabaza rancia que me tenía empinoles. Pero el pedo siguió.

Me llevaron nuevamente al hospital y aunque papá jura que le dijo al doctor -porque me recibió de nuevo el genio de las anginas- respetuosamente: "Doctor, no se ofenda, pero le agradecería llamara a un colega suyo más especializado" -y le habló al proctólogo-, yo tengo mi idea sobre el diálogo:

*Hagamos un ejercicio de imaginación. Papá y mamá llegando al hospital con la piltrafa y se dirigen a recepción:

- Papá.- Traemos al niño porque sigue con malestar en su pancita -porque en ese entonces tenía pancita, no estaba cuachón como ahora-.

- Recepción.- Sí señor, ya viene el doctor __________ (aquí va el apellido del puto de las anginas).

- Papá.- ¡Nooo! ¡No mames! ¡Ese hijo de la chingada va a salir con que le falta agua al radiador (no es metáfora)!

- Doctor.- ¿Qué tal, señor? Déjeme revi...

- Papá.- ¡No, cagada! ¡Ve a picarte el culo o echarte mierda en las anginas y háblale a un wey que sí sepa o te meo!

- Doctor.- ¡Claro que sí, señor! Ya le llamamos al doctor __________ (aquí va el apellido del que me salvó).


Llegó el chido, testereó y este fue el diálogo -según-:

- Doctor chido.- Señor, lo tengo que operar -o sea a mí- o en dos horas -ya se lo cargó Don José Marroquín, o sea Pipo, o sea el payaso; o sea me iba a cargar el riel, es decir, me iba a morir- no se lo garantizo.

- Papá.- ¡Opérelo!

- Doctor chido.- Bueno, pase a trabajo social a dar unos datos, pague y se hace el guiso.


Y así fue que conseguí mis chichotas y me hicieron la jarocha.


Bueno, la apéndice la tenía mandada al chosto y por eso todo el pedo.

Un lunes 18 de noviembre de 1985 el creador decidió darme champú. Champú a un tipo que se renueva, simboliza retos, donaciones, sueños; un tipo que es intenso, afable, sensible y acá, según los griegos; según los chinos, champú a un tipo metódico, paciente, tenaz, obstinado, intolerante, próspero, celoso y sensual -¡a la madre!-. Ya haciendo revoltijo: un vato prendido, necio y acá.

Acorde al tiempo, la biología, la vida, el destino, los griegos y los chinos, nací a finales de abril y comencé a vivir a mediados de noviembre.
Meticuloso, intenso, afable, sensible, con gusto por el arte y la música; disciplinado, romántico, sociable, frío y/u ojete, tan sólo un sujeto sencillo -con la dicha de haber dejado la categoría de problema y recibir montones por formar parte de tan hermosa familia- queriendo darse champú y soltarse.

Para la raza soy ejemplo de globalización: mexicano que parece coreano, se cree argentino y anda de chiquilla.

La idea de un beso

Cuando niños, y aún ahora cuando adultos, un beso es una señal inequívoca de enseñanza y aprendizaje.

Besamos para enseñar que hemos aprendido a manifestar afecto, besamos para saludar, besamos para despedir, para desear una buena jornada, para desear un dulce sueño; besamos para arrebatar palabras, besamos para detenerlas, besamos para generar duda, besamos para salir de ella.

Besamos para afrontar el frío, besamos para burlar al calor, besamos para desafiar al vestido, besamos para acompañar la desnudez.

Ahora bien, la respuesta al beso depende de dónde se dé; dónde se dé geográficamente en el mundo, geográficamente en el tiempo, geográficamente en el cuerpo.

martes, 21 de abril de 2015

Boceto de un momento alegre

Bien ahí Puppy.


Cuesta, igual no estoy seguro si sea la palabra adecuada, pero así la utilizaré.

Olvidemos cantidades y obviemos que se ha de conseguir un estado de plenitud si se concreta a realizar lo que más se disfrute. Al decir olvidemos cantidades quiero decir que apartemos el espectro de tener y tener más.

Si observamos la vida de un niño notaremos que es muy feliz con muy poco, y esto generalizando aun sin importar el código postal donde se ubique. Comer, jugar, dejar que su inventiva vaya poblando la porción de espacio que percibe; donde una caja puede ser un vehículo, un restirador una nave espacial, los perfumes y cosméticos de mamá el más lujoso departamento que los G.I. JOES podrían tener en el penthouse que es la parte superior de un ropero; y unos cuantos botes para mantequilla vacíos la batería que jamás tuvo Buddy Rich, magistralmente aporreada con baquetas de ramas de mora.

Cuesta soltarse, alejarse de la orilla y aventurarse en el mar de posibilidades si aún no se reconoce lo que nos mueve, lo que nos enciende, aquello que hace arder nuestros pensamientos. Me parece perfecto acudir a una actividad de seguridad, pero más que por sobrevivir, hacerlo por experimentar como muchos que se encontraron sin saber cómo exactamente es que se buscaban para reconocerse.

Consumir, diluir, desaparecer ese terrible demonio del miedo que nutrimos con nuestras indecisiones, nuestras inseguridades, nuestra decidia, nuestra enorme ilusión óptica -o placebo- comúnmente nombrada "área de confort".

Sí, quizá a ese lapso que equivalga a un ¡eureka! le anteceda una gran losa de fallos, pero será único y trascendental por su condición de boceto de un momento alegre; como cuando el niño rompió una ventana con su pelota, y lo supo; como cuando el niño dejó la cocina en ruinas mezclando cosas que no se mezclan, y lo supo; como cuando el niño desapareció correteando libélulas o trazando un universo en una pared o en la tierra, y lo supo.

Cuesta, sí; pero nunca antes un precio tan alto estuvo tan justificado.

lunes, 20 de abril de 2015

Lo que se escucha si pones al revés una canción de Sabina

Fue en un pueblo sin mar una noche después de un concierto.

Quienes gusten de inflar en cantidades industriales entenderán los siguientes escenarios o mentiras, como quieran llamarles:

1.- Ya no voy a tomar.
2.- Nomás dos.
3.- Al chile no me acuerdo.

Hay lugares del mundo que tienen la característica de que todos sus días y todas sus noches siempre están cerveceras; coincide que he estado en esos lugares y donde haya estado y no es cervecero, se vuelve; soy como un embajador de Unicef, pero del mame. ¡Es todo un compromiso!

El viernes 5 de julio del 2013 me amaneció cerca de las 15:20. Encontré que mi ropa y mi aliento expedían el mayor simulacro de cenicero que la humanidad jamás haya visto, la cabeza -la que se supone que piensa- me retumbaba más que un pinche bombo en medio de La 12 en pleno juego contra las gallinas; un desfile de 200 granjas de hormigas imaginarias por todo el cuerpo, temblaba más que pinche gelatina y una sed de la chingada, pero sed de agua no de más cagada; entonces dije: "ya no voy a tomar".

El sábado 6 de julio del 2013 me amaneció como a las 11, pero ahora por huevón y con la novedad de que estaba entero sin dolores, sin hormigueos, sin temblorina, sin sed y sin apestar a cigarro.

Omitiré nombres para no empinar raza, pero les anticipo que participaron varios sujetos a los cuales mencionaré por número y acorde al orden de aparición. NOTA: los involucrados recordábamos muy poco y se precisó de la ayuda de varias personas para poder armar esta historia.

Me amaneció como a las 11. Por ahí de las 13 fui a casa del sujeto 1 para ir a comer y eso hicimos, pero el sujeto 1 andaba en condiciones parecidas a las que presentaba yo el día anterior -quitando lo del cenicero-. Fuimos a tragar al tributo jarocho o una mamada así, seguro es que es de comida veracruzana, y saliendo el sujeto 1 dice que necesita un clamato porque andaba bien crustáceo.
Justo en contraesquina del restaurante se ubica una tienda de conveniencia y hacia allá nos dirijimos a comprar lo necesario para armar el milenario brebaje curativo, pero estaban unas edecanes promocionando el 6 de no recuerdo qué cerveza, pero el caso era que por 50 bolas te daban la bironga y la entrada al Corona Fest. El diálogo fue el siguiente:

* Sujeto 1.- Wey, vamos al Corona.

* Yo.- ¿Qué grupos van a estar?

* Sujeto 1.- Liquits, DLD, Gusana Ciega, Víctimas y Caifanes.

* Yo.- Al chile no me llama la atención.

* Sujeto 1.- ¡Vamos we! Yo te pago el boleto.

* Yo.- Ok.

Regresamos a su casa, prepara su menjurge y le digo:
"¿Sabes qué? No te voy a dejar tomar solo. Eso no es de compas. Me tomo nomás dos". Volví a tomar.

La logística para el evento era la siguiente:
Íbamos a mi casa donde estaría sujeto 2 con su novia y llegarían sujeto 3 y su amigo sujeto 4, de ahí nos trasladaríamos en carros a casa del sujeto 4 porque vive muy cerca de la estación del metro y el festival sería en un terreno que está a un costado de donde termina una de las líneas del metro y ahí dejaríamos los carruajes; después andaríamos en el evento, se terminaría y listo.

Llegamos a casa y me tomo la segunda de las "nomás dos", ahí estaban sujeto 2 y su novia, a los pocos minutos llegaron sujeto 3 y sujeto 4 y continuamos con el plan; dejamos los vehículos, arribamos a donde el evento. El primero en entrar fui yo y me recibe un tipo -este no lo nombraremos sujeto- con una mochila-recipiente hasta el tronco de cheve y me deja sin argumentos: "¿Quieres cheve? Está a 35 pesos el litro", no pos no mames; ¡Dios quiere que mame cual becerro!

Maratónica jornada donde en algún punto, por hueva y por no perder de vista a la raza, comenzamos a mear en vasos y aventárselos a la gente, ¡y no me juzguen! A huevo si han ido a conciertos les ha tocado baño dorado, tons había que regresar un poco a la vida lo que nos ha dado. Otro pedo fue que es pura pinche tierra ese lugar y de pronto entró una puta pipa a aventar agua y al sujeto 3 y a mí nos pareció adecuado hacerle frente y danzar. Resultado = Todos empanizados.

Según estábamos esperando a Víctimas, pero como salió Caifanes asumimos que habían tocado temprano así que nos fuimos sujeto 1, sujeto 3, sujeto 4 y yo; sujeto 2 y su novia ya se habían ido a lo oscurito. Tomamos un taxi, sujeto 3 se fue de copiloto, atrás de él iba sujeto 1, en medio sujeto 4 y yo detrás del conductor; por alguna razón me pareció un buen detalle agarrarle los tostones al chofi que creo que se llamaba... bueno, dije que sin nombres.
Ya aproximándonos a casa de sujeto 4, sujeto 1 le dedica su mejor colección de piropos a unas damas que, por módicas cantidades, aflojan el tamal; como nos tocó hacer alto tuvimos que exigirle al conductor que omitiera el carmesí del semáforo pues seguramente el departamento de RH y administración donde laboran las mujeres recién aduladas no vería con agrado el mensaje contenido en las observaciones del sujeto 1; es decir, le chingamos al chofi para que se pasara el rojo por culos a que saliera el padrote y nos atorara.

Llegamos a casa de sujeto 4 donde él decidió no continuar y con justa razón ya que él NO toma y no creo que haya sido divertido aguantarnos.

Nos fuimos a casa de sujeto 1 para que se cambiara de ropa porque nos dirigíamos a una fiesta; ahí su roomate, sujeto 5, fue convencido de acompañarnos porque le garantizamos la presencia de bellas damas.

Antes de llegar a la fiesta pasamos por cerveza y whisky. Yo iba manejando.

Llegamos al lugar y nos recibe sujeto 6, sujeto 3 baja con la cerveza y la desparrama en el pavimento; sujeto 1 baja con su whisky, sujeto 5 sigue cagado de risa porque antes de llegar tomamos una calle que no era y que estaba toda empedrada y le metí pata, lo que provocó su asombro y su decisión de sugerirme que no mamara y cuidara mi carro, pero al enterarse que el auto no era mío, comenzó su ataque de risa; yo desciendo del coche y empiezo a patear las latas que desparramó sujeto 3, incluso una golpea otro vehículo y sujeto 6 me dice: "¡No mames cabrón!", y yo le pregunto: "¿Es tuyo?", y él responde: "No", y yo le digo: "Entonces no estés mamando".

Entramos, sujeto 1 muy canchero y galán, por saludar a las guapas señoritas que prometimos a sujeto 5 que estarían, suelta la bolsa que contenía su botella de whisky y la manda a la mierda, pero más allá de alterarse, dijo: "No hay pedo, compro otra". ¡El verga y buenas!

Cabe mencionar que la frase del momento era: "¡Cállese pinche perro!".

El único entero era sujeto 5. Sujeto 1 -ya con la nueva de whisky- se estaba mamando como campeón, sujeto 6 leve, yo andaba hasta el riel y sujeto 3, al ver que las damitas presentes le entraban muy convencidas al karaoke, estaba repitiendo cada vez más fuerte la frase del momento obviamente conjugada para el género de ellas. Sujeto 6 nos aconseja que calmemos al 3 porque la está cagando, le hicimos caso y media hora más tarde decidimos partir.

El éxodo pintaba sin contratiempos sino es porque sujeto 3 desapareció, igual asumimos que se fue a su casa e hicimos lo propio.

Domingo 7 de julio del 2013 me amanece peor que cenicero, temblorina, hormigueo, sed, un severo dolor de chompa y 3 comentarios:

1.- Ahora sí ya no vuelvo a tomar.
2.- Y había dicho que nomás dos.
3.- No me acuerdo de ni verga.

Nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1 y las 2 y las 3... ¡las pinches 3! A las 3 de la tarde me llama sujeto 1 diciendo que también tiene un severo dolor de cabeza y preguntando por sujeto 3 que porque no lo encuentra. Cabe mencionar que sujeto 1 y sujeto 3 son primos.
Yo tenía que trabajar. Llegué al trabajo a las 4 y a las 5 me llama sujeto 1 para decirme que gracias a sujeto 2 y su novia hallaron a sujeto 3... ¡en el tambo!

Sujeto 1 no recuerda mucho, sujeto 2 y su novia agarraron coto tempra, sujeto 3 también trae severo dolor de chompa y también recuerda poco.
Sujeto 4 le cuenta a sujeto 3 que cuando íbamos saliendo del festival, él -o sea sujeto 3- le mete un chingazo a sujeto 1, sujeto 1 piensa que fui yo y me mete un chingazo, a mí no me parece y le regreso el chingazo, me da otro, le regreso otro y así hasta que sujeto 3 confiesa, sujeto 1 le mete un chingazo, sujeto 3 se lo regresa y así nos fuimos un tramo. Resultado = Los 3 pendejos con dolor de choya.

Sujeto 5 y sujeto 6 nos proporcionan la parte de la historia que ocurrió entre casa de sujeto 1 y sujeto 5 y la fiesta.

Sujeto 3, luego de que se le pidió que no mamara y que se chingó un vergo de salchichas, se agüitó y se fue creyendo que estaba cerca de su casa, lo trepó la chota, no traía dinero, se quedó sin batería su cel, conoció a La Thalía -un jotito-, hizo talacha, lo encuentran sujeto 2 y su novia, fueron por él y apestaba bien culero.

Fue en un pueblo sin mar una noche después de un concierto.


martes, 7 de abril de 2015

Granadas de mano

Creo que era Beethoven quien decía que el Do es rojo, no estoy seguro, pero entre tantas cosas que me resulta interesante pensarlas, donde la vida tuviese fondo musical y donde las ciudades estuvieran cubiertas por un domo - como el que sugieren en la película de Los Simpsons - y dentro del domo estuviese lleno de Sprite y pudiésemos andar, respirar, son las que más pienso, pero un poco enfocarme en la primera y derivados.

Si hay que despertarse a las 5 y monedas, debería ser para ver el amanecer y no para alistarnos para 2 horas de viaje y de caos intentando llegar a tiempo a un lugar y a una actividad que muchas veces, ni a los 15 días de realizarla, nos gusta ni mucho menos nos saca una sonrisa.

Si eso es lo que queremos entonces está perfecto, sólo nunca nos despertemos contando el cereal y lamentándonos de no haber siquiera intentado lo que sea.

Por ahí y somos una gran maqueta austera, obra gris con mesura, cordura obligatoria, y todo esto es un maldito y enorme lienzo puesto para nuestro antojo.

Pensando en ese fondo musical como una producción en serie, todos programados a cumplir, se escapa un sujeto que logra despertar y se vuelve el encabezado total: un asesino. El tipo sorprende grises personajes automatizados - de esos que despiertan siempre a la misma hora, se levantan hacia el mismo lado, desayunan lo mismo, salen y toman la misma ruta aventando madres por las probables mismas razones del día anterior; los días de descanso los ocupan para compromisos sociales, adquirir cosas para la casa, participar en rituales religiosos y esperar que se reactive todo lo mencionado - y con un artefacto de su invención, les revienta la sien y, contrario al carmesí que es tal vez lo único no gris para nuestros personajes, comienza a fluir un río de colores, formas, sonidos, aromas, sabores.

O bueno, pensémonos como granadas de mano: totalmente opacos y con un seguro en la cabeza porque de no tenerlo volarían esquirlas. Un buen día notamos que el seguro se remueve fácil y vuelan colores, formas, sonidos, aromas, sabores, texturas.

Alguien que de nacimiento no ve o no escucha o ninguna de las dos, se inventa el mundo.

Aceptándonos grises y nos alcanzara este asesino:
¿Cuál sería el primer color que volaría de nuestra cabeza? ¿Cuál sería el primer aroma, el primer sabor, el primer sonido, y qué música tendríamos de fondo para cuando se aproxima este sujeto y qué música para cuando comienza la lluvia?

lunes, 6 de abril de 2015

La hermana que nunca tuve

... "Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo".




Qué culero es pensar en alguien tan querido y entristecerse.

No sé qué tan cierto sea eso de la reencarnación, cierta es la inmortalidad: uno puede quedar impregnado en tantas cosas.

Quiero hablar del ser que puedo considerar como mi hermana o la hermana que nunca tuve.

Llegó por ahí de febrero del año 2000; no recuerdo por qué, pero se la obsequiaron a mamá.

Bueno, antes mencionar lo que decía de la inmortalidad. Creo fue en julio de 1976 que nació la única hija que mis padres tuvieron, y también creo que sólo los acompañó 1 semana.
Se fue muy pronto, pero algún alimento le dieron y así como de la tierra salió, a la tierra volvió y quizá se convirtió en árbol que alimentó a un ave que alimentó a sus críos y que estos viajaron al sur en donde abonaron algún otro árbol y que con el tiempo y de algún modo, luego de diversas transformaciones, se convirtió en algo que una perrita pasó a los hijos que habitaban en su vientre y, una vez nacidos, uno de ellos (en este caso ella) fue obsequiado a mamá; y así, 24 años después, volvían a estar juntas madre e hija.

Yo estaba dormido y mamá la aproximó a mi cara y ella decidió despertarme a besos, sus besos.

Mamá no gustaba de tener en casa más animales que sus hijos y ante eso había decidido obsequiarla también; sin embargo, pasados algunos días mamá notó que la perrita no se dormía hasta que ella (mamá) se acostara y dejara su calzados a un costado de la cama para que ella (la perrita) pudiera meter su cabeza ahí y dormir. Ahí supo mamá que esa perrita jamás se iría.

Nunca tuvimos timbre en casa, pero con la nueva integrante no hacía falta porque avisaba si alguien se acercaba.

En ese entonces mi prima era pequeña, pero ya sabía que un perro era un gua-gua, y como la perrita era muy pequeña, se refería a ella (a la perrita) como "guagüita". De ahí quedó bautizada (la perrita) como Guagüi.

Guagüi era la mamada, sabía qué hacer ante cada situación: si andaba enojado, se alejaba y me ignoraba; si estaba contento, brincaba a mi lado o corría cerca de mí; lo único malo es que ahora que estoy muy triste no está ella acostada a mi lado lambiéndome la cara o la mano porque hoy, justamente hoy - que la soñé y desperté pensando que tal vez ya no le quedaba mucho tiempo (físico) por su edad - estoy muy triste porque ya no está más.

Guagüi dejó su descendencia, pero ella era la jefa, la única que no se molestaba por pelear comida porque nadie se metía con su plato.

Algo de lo tanto en lo que va a permanecer es que ella luego de un rato de conocer a las personas dejaba de ladrarles y/o gruñirles, pero sólo ella sabía por qué sólo a una persona, aún con años de conocerla, jamás dejó de ladrarle y gruñirle. El tiempo le dio la razón a Guagüi.

La hermana que nunca tuve, o bueno ella es mi hermana, mi panterita y habrá que esperar a ver en qué y cómo crece. Ahora junto con Dólar, Cururú, Mili y Kikìn estarán allá en nuestra otra casa para cuando nos veamos de nuevo.

"Y cuando te hayas consolado (uno siempre termina por consolarse) te alegrarás de haberme conocido"...

miércoles, 1 de abril de 2015

No toda la mierda tiene el mismo origen

¿Cómo reaccionar si a mitad de calle suena nuestro nombre, el cielo lo grita, los árboles lo gritan, los edificios lo gritan; todo grita nuestro nombre cada vez más fuerte y de pronto ese todo se colapsa, despertamos y entonces nos damos cuenta de que todo lo que hemos "vivido" lo imaginamos y que somos tan sólo un niño que se distrajo mientras avanzaba el tránsito para poder descender del colectivo que lo deja justo a la puerta de la escuela, y es la vecina (a la que le pidieron de favor acompañarnos) la que nos despabila llamándonos y concluyendo: "disfruta tu primer día de clases"?

¿Con qué certeza? Poder anticipar canciones, películas que aún no existen o que quizá jamás existirán; o que vivimos dentro de una de las tantas burbujas que arroja el vendedor con su artefacto para ello, intentando cautivar conductores o sus acompañantes arriesgando el cuerpo en plena calzada; o que somos el inconcluso personaje de un inconcluso cuadro y tan sólo podemos ver parte del pincel.

Estos últimos días - si es que en realidad es la cantidad de tiempo transcurrido y si es que existe el tiempo - me ha perseguido esa incertidumbre, esa ansiedad de estar semi-inerte sutilmente colocado en el jardín de un psiquiátrico, en una silla de ruedas - si es que las sillas son sillas y las ruedas son ruedas - frente a un comenzado juego de damas que cada tanto una enfermera viene y mueve luego de limpiar de mi rostro la baba que voy dejando correr.

¿Cómo mierda puedo saberlo?

Cuán sorprendente tanto conocimiento, o tal vez la información viene y sólo la vamos descubriendo.