viernes, 10 de diciembre de 2010

Cambio de hábitos

Cuan complicado puede resultar,
mismos recorridos, mismos tiempos,
mismas finalidades, tal vez esfuerzos que oscilan,
y llevar la vida fuera de estas instancias.

Instancias de caminos enrojecidos
por la ignorancia de algunos, intereses de otros
y el infortunio de terceros;
instancias que no permiten ver el horizonte.

Instancias que cuando nuevas
hacían imposible el sueño y continuar;
tener que familiarizar voces
tan desalentadoras y ahora constantes.

Instancias de las cuales
se sabe como se llegó a ellas,
más no como abandonarlas.

El tiempo marcha igual,
y el sabor de ayer, cada quien
sabrá como definirlo.

En el mundo de ustedes, todo es ecuánime;
en el mundo de ellos, ustedes gozan de una
ecuanimidad que a ellos no les parece y ya
tenemos diferencia, diferencia suficiente para disputar.

El mundo ideal y la vida plena
se tiñen siempre al deseo de quien les piensa.

En algún momento todo se distorsiona,
o simplemente impera un pensamiento;
sea lo que sea, no tiene relevancia,
igual hay que cambiar hábitos y esperar.




gatts

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Y vivieron felices para siempre

Pasan los sucesos
los tiempos ocurren;
rituales bajo el mismo esquema,
pero si, las apariencias avanzan.

Marcas por excelencia, consagradas;
luces nuevas que cuyo brillo es
mayor al de otras tantas,
o al menos por el momento.

Un escenario inmejorable
con cada elemento que en él aparece;
un amor como nunca nadie supo
o sugirió, a vueltas de consumarse.

Existes ya en mi mundo,
y tal vez, ¿por qué no?, para siempre;
hablar sobre tu llegada
y desatar mi egoísmo, es mi reflejo.

Ya el camino que te trajo
entiende mis discursos,
y aunque lleno de sorpresa,
festeja sus intenciones.

No es que haya fórmulas
que arrojen siempre lo que uno persigue;
empiezo a creer que debí esperar al camino,
pero preferí aventurarme en nuestro sino.

Escuchaste mis conjeturas
sobre algo que en definitiva no domino;
igual quizá, sonreíste de un modo lacónico,
pero bastó para tramar lo siguiente.

En algún pasaje que aún no encuentro,
ya con la sobriedad muy distante
de mi rostro y características,
olvidé mis viejas conjeturas y te invité a crear nuevas.

Por extraña razón, quiero pensar,
el instante se resquebrajó y el mundo
que ahora imperaba, colapsó; y lo
que era idílico, se esfumó.

Te vi, pregunté por ti;
te hablé, te amé, te odié;
es con seguridad el amor más intenso que
ha podido existir; pero por tu indiferencia
te pedí que te fueras, respaldado por el valor que
le da a uno escuchar música infantil.




gatts