miércoles, 17 de febrero de 2016

Tan cotidiano

El día menos pensado, en el hecho más cotidiano, estás, estarás.

Cada tanto tengo ideas, cada tanto intento ordenarlas, cada tanto apareces: persiguiendo el colectivo, arrojando tu cabeza hacia atrás para soltar tu risa en montones de burbujas; en la mesa de junto, pidiendo fuego, llevando la lluvia a escuchar cómo entiendes el mundo, en un par de manzanas y tres chocolates; inventando con tu cabello, en un breve baile que concluyes con leve golpe, ocultando tus ojos para ofrecer un recital, reclamando un peso porque no pediste caramelos.

Cada tanto tengo ideas, cada tanto las llevo a la realidad: pregunto cualquier tontería al conductor para atrasar su recorrido, miro el cardumen de burbujas, me siento a tomar café y a fumar un cigarrillo.

Y el día menos pensado, en el hecho más cotidiano, estaremos de acuerdo en que los caramelos pueden estar convirtiéndose en la moneda del futuro.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Búsqueda

Lo escuchó a mitad de un concierto.

Él, atento al escenario, se enganchó de la conversación de una pareja (una muchacha y un muchacho) que estaba a su espalda.

- Me hace tanto ruido que me digan "ojalá encuentres lo que buscas" - dijo el muchacho para luego ir bajando los hombros mientras exhalaba.
- Una o uno busca nada más que el amor, señorito - dijo ella, sonrió, le obsequió una palmadita y comenzó a cantar la canción que sonaba.

Luego de un par de canciones casi sin pausa intermedia, continuó la conversación.
- Estarás de acuerdo que el amor no precisamente llega en una persona - retomó él.
- Puede ser, pero como en qué podría ser.
- Ni puta idea, pero se me ocurre - comentó él un poco desesperado.
- Ja, ja, ja, ja - se soltó ella - Bueno, lo tendré en cuenta.

Se despidió por primera vez el artista, y mientras la mayoría de los presentes pedían que volviera e interpretara otros tantos temas, la pareja se extendió.
- Mmm... por ejemplo en lo que hagamos para vivir - sugirió él.
- Mmm... ¿un lugar? ¿puede ser un lugar? - sugirió ella.
- ¿Cómo?
- Bah, que puede ser un lugar lo que represente lo que entiendes por amor. Igual creo que sea lo que sea depende de si lo compartes y con quien.
- Sí, puede ser ¿Por qué no?
- ¿A dónde te gustaría ir? - preguntó ella.
- La verdad que no había pensado en eso.
- ¡Dale! ¡Metele onda! A mí me gustaría ir a Noruega y ver una aurora boreal.
- ¡Naaa! ¡Qué puto frío!
- ¡Uuuh! ¡Bueeenooo! Por eso aclaré que a mí. ¿No me acompañarías?
- ¿Ya?
- ¡Obvio no, bobo! ¡Estamos a mitad de recital! Además no sé si a la hora que salgamos haya vuelos; lo bueno que allá es invierno y es probable verla si vamos saliendo.

Justo después de ese comentario el tipo volteó a conocerla, mientras el señorito miraba a cualquier lado; ella lo notó, se miraron, intercambiaron sonrisas y el tipo regresó la mirada al escenario.

- Do you spe... - intentó preguntar ella, pero sin éxito.
- ¡Solo español! Ni inglés ni noruego o lo que sea que hablen aquí.
- ¡Ah! ¡Perfecto! Yo también - se emocionó ella - ¿De dónde sos?
- Qué bueno que nos entendemos, aunque probablemente alcanzó a escuchar mis insultos al frío.
- No, no, eso no alcancé. Recién llego y quise hablarle para preguntarle algunas cosas.
- No sé si le sea de mucha ayuda.
- ¿Cómo sabe?¿Por qué lo asume?
- Bueno, tiene razón, depende de sus preguntas; pero si las hace en inglés...
- ¿Cómo sabe que es inglés si no lo habla?
- No sé. De hecho dije eso porque no tengo idea de qué quería decir.
- Justo le iba a preguntar si habla inglés.
- ¿Vio? No le sería de ayuda. ¿Viene mucho a presenciar esto?¿Vive acá?
- ¡No! ¡Eso le iba a preguntar!
- ¿Si vivo aquí?
- ¡No! Pues cosas del lugar. Es la primera vez que vengo.
- Yo también.
- ¡Genial! ¿Qué lo trajo?
- La verdad que era un pendiente que me robé hace años.
- ¿Cómo?
- Bueno, es algo inusual. No sé.
- ¿ Cómo que lo robó?
- Bah, alguna ocasión escuché que estaría bueno ver una aurora y me quedé con la idea.
- Pero si no le gusta el frío ¿qué necesidad?

Se antoja complicado volver a encontrarse con una persona a la que solo viste una vez y de quien desconoces casi todo excepto su deseo de conocer un lugar.
Años después, necesitados de un refugio contra una intensa lluvia, el escenario sería una tienda de música.
- ¿Cree que la música puede representar amor?
- Puede ser - respondió ella sin dejar de chusmear los discos. - ¿Suele escuchar conversaciones ajenas?
- ¿Suelen ignorar sus comentarios?
- ¿Qué le hace pensar eso?
- Cuando uno se fija en una chica que está acompañada -fijarse de que le guste- siempre espera que el tipo sea un perfecto imbécil.
- Oh, y por eso escucha demás.
- Tal parece.
- ¿Vos tenés algún lugar al que quieras ir?
- Sí.
- ¿Y lo compartirías?
- Sí.
- ¿Dónde?
- Un café. Contigo. Ahora.
- Está lloviendo.
- Qué cliché.
- Yo también te recordé.
- ¿Con la misma desesperación?
- Con la misma ilusión.

La oscuridad comenzó a llenarse de olas multicolor.
- Un poco de frío capaz que lo vale ¿no cree?
- Sí, claro. ¿Y, vino solo?
- Sí. ¿Usted?
- También. Pero cómo es que se animó a venir.
- Hace años que quería, pero no me decidía, hasta que luego de 30 años en una empresa, me echaron y con el dinero que me dieron pagué el viaje.
- ¡¿Treinta años?! ¡Son un montón!
- Sí, pero es así con las empresas: un día no te ocupan más. Era solo un número para ellxs.
- Pero ¿y por qué solo?
- Nadie quiso acompañarme.
- Claro, pe...
- ¿Usted por qué se animó?
- Bueno, es algo que desde hace años quería hacer...
- ¡Ah, mire! No me estaba espiando ¿verdad?
- ¡Ja, ja! Desde joven, pero hallé siempre otra cosa para postergarlo.
- Bueno...
- Bueno...

Quedaron en silencio.
- ¿Qué canción o melodía le pondría a este momento? - preguntó él.
- Mmm... se me ocurre "Você" de Jeites. ¿Vos? ¿Puedo hablarte de vos?
- Claro. Mmm... ¿Sabes? Me quedé pensando ¡qué curioso que ambos quisiéramos desde jóvenes venir a acá y hayamos elegido el mismo día.
- Sí, o el día nos habrá elegido.
- Ah, bueno, eso sería algo muy loco.
- ¿Vos decís?
- ¡Sí! ¡Ja, ja! ¿Loco? No sé si todavía me queda usar esa palabra, digo, suena a palabra que usan lxs jóvenes; aunque no creo que la usen más en estos días.
- Y, bueno ¿cuál usarías en lugar de "loco"?
- "Impresionante", aunque no tenga cara de utilizar esa palabra.
- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Vos estás re loco!
- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Me descubriste!

Se obsequiaron otro silencio.
- Che, me quedé con la duda. ¿Cómo robaste esta idea?
- Yo también me quedé con la duda.
- ¿Eh? ¿Qué duda?
- ¿Encontró lo que buscaba, señorita?

Se miraron, intercambiaron sonrisas y se tomaron de la mano. Voltearon hacia la aurora, ella se acurrucó; él la abrazó.
- Noche de bodas, de Sabina - dijo él y después le dio un beso en la frente.